Plácido y Grata es un encantador hotel ubicado en la calle Monsalves, en pleno centro histórico de Sevilla.
El edificio conserva el estilo propio de la casa señorial sevillana que un día fue. De estilo regionalista, data de finales del siglo XIX, fue reconstruido en 1914 y catalogado dentro del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de la ciudad de Sevilla, por lo que contaba con algunos elementos protegidos que era preciso salvaguardar, como son la fachada, el zaguán, la escalera principal y el patio.
Consta de tres plantas reformadas en las que se han mantenido íntegramente su arquitectura y diseño original. La remodelación ha estado a cargo del estudio Your Living Space; con el dualismo convirtiéndose en un leitmotiv que se encuentra presente en cada una de las decisiones tomadas en el proyecto. Así, vemos un espacio que presenta un estilo atemporal, minimalista y funcional que se entrelaza con la arquitectura de la época.
Al acceder al hotel desde el portón principal recuperado y tras la reja original, vemos una combinación de arcadas y columnas de mármol que nos llevan al patio, repleto de vegetación, que mantiene la fuente original del edificio. En la planta superior encontramos la terraza, donde materiales cálidos como la terracota juegan con el agua, creando una conjunción que nos recuerda a espacios típicamente andalusíes como los del Alcázar o la Alhambra.
El estilo elegido se caracteriza por el empleo de materiales nobles y madera. Funcionalidad sin renunciar a la belleza. La elección del Flexbrick, por ejemplo, para la contrafachada, logra aportar ligereza a través de los elementos sustentantes. El resultado ha sido un entorno acogedor que tiene como objetivo ofrecer la comodidad propia del hogar a los huéspedes del hotel.
El mobiliario está cuidadosamente seleccionado. El hotel presenta una combinación de piezas escandinavas contemporáneas, como la colección Afteroom de Menu, y diseños de mediados del s.XX, como la butaca LCM de Vitra, diseño de Charles y Ray Eames. Con el concepto de Hygge como hilo conductor, lo material del mobiliario y el entorno interactúa con el espacio y la luz andaluza logrando un equilibrio de emociones delicado y armónico.
En lo que se refiere a la iluminación, la idea que se persigue en el Plácido y Grata es la de mantener la proyección y la forma de la luz en su escala humana. Intentando huir de una concepción lumínica generalista, fría y carente de propósito, el reto ha sido identificar las necesidades reales de cada espacio y situación, y buscar una respuesta para cada uno de ellos. Entre las lámparas seleccionadas destaca el estilo industrial, una vez más buscando ese juego entre sensaciones, entre el frío del metal y lo cálido del clima.
Se ha optado por piezas que destacan en su esmerado cuidado por la artesanía y meticulosa atención en los detalles. Se pueden encontrar desde diseños de Le Corbusier hasta obras de Miguel Milá. En definitiva, una selección que persigue el minimalismo, la atemporalidad y, por encima de todo, la funcionalidad.